lunes, 14 de mayo de 2012

MURMULLOS INENTENDIBLES.




Es hora, llegó la hora.
Apoyo mi frente entre pulgares: pienso.
Me repito, no puedo seguir así , no puedo respirar, el arco del paladar me lastima, golpeas  la puerta, con un empujón brutal a patadas apareces, imagen blanco/negro, tu figura a contraluz.
No  se detienen mis latidos asustados en toda la piel erizada.
Lo repito, nunca más.
Pero me arrastras, y  los tobillos por el piso, no hacen un solo sonido.
Puedo oírte como bufas, animal de pura hiel e ira : te observo con estos ojos que odian el odio, y repito.
Nunca más.

1 comentario:

  1. Me alegra reencontrarte poéticamente, querida Luisa. Un fuerte abrazo.

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